miércoles, 16 de abril de 2014

LUNES SANTO: La Crónica

El día de ayer fue algo impresionante. Una nueva jornada completa donde la ni mirar al cielo tuvimos con la salvedad de un poco de viento de levante pero que en absoluto deslució la jornada.
Tuvimos la suerte de ver la salida de la Palma. Un bullicio de gente en el barrio de la Viña que explotó en un aplauso cuando el portón de la parroquia de la Palma se abrió. Filas de penitentes antecedían al Crucificado de la Misericordia.
Con un paso dorado en su frontal y tras la difícil maniobra de salida, al izarse el Crucificado para erguirse sobre el paso, los sones de la Marcha Real interpretados por la BCT Santísimo Cristo de la Vera-Cruz de Utrera lo iban acompañando. Tras ellos, sones trianeros de Medea primero y Abrazado a Triana posteriormente introdujeron al misterio por la calle Virgen de las Penas camino de la plaza Pinto.
Tras él, largas filas de penitencia que abrirían las filas de penitentes que acompañaban a María Santísima de las Penas. Sones del Himno Nacional acompañan la complicada maniobra de salida así como una salva de aplausos y vítores hacía la Virgen, la Reina de la Viña. Su marcha, Virgen de las Penas, del maestro Abel Moreno, y otros sones clásicos de Pasan los Campanilleros acompañaron los primeros metros del palio en la calle comandados por el veterano Ramón Velázquez, llevado como siempre de una forma ejemplar.
Desde San Francisco salían ayer tanto el Nazareno Blanco como Vera-Cruz.  El susto se dio en la salida el Nazareno del Amor. La maniobra siempre complicada de salida de un paso tuvo en pequeño problema cuando se excedió en levantar el paso demasiado pronto, provocando que la cruz, en su parte superior, chocará contra el dintel de la puerta de San Francisco. Se temió por la estabilidad tanto de la cruz como de algún desperfecto en la imagen del Señor. Al llegar a Catedral, Luis González Rey se subió al paso y comprobó que solo se había movido la cruz de su anclaje. Él lo ajusto y todo siguió con normalidad.
Tras el Nazareno, su madre, la Virgen de la Esperanza. Con sones de Paz y Amparo transcurrió por la Plaza de San Agustín y en un paseo triunfal que acabó, como es tradicional en esta corporación, con el encuentro de los dos pasos en la plaza de San Francisco, convirtiéndola en una de las entradas más concurridas de la Semana Santa y que no deben perderse.
Desde el Carmen salió Jesús en su Prendimiento. Nuevamente se repitió la estampa del año pasado. Jesús Prendido en el antiguo paso de la Archicofradía de Columna debido a los desperfectos ocasionados por la lluvia en el dorado de la corporación del Lunes Santo en enero de 2013.
Sones de Sagrada Cena tras el misterio que avanzaba por la alameda camino de la plaza de Mina. Posteriormente ese siempre característico palio azul turquesa de la Virgen del Patrocinio. Con un andar muy elegante seguía los pasos de su hijo a los sones de Reina del Mar de Abel Moreno, interpretadas por, en nuestra opinión, una de las mejores bandas que acude a la Semana Santa de Cádiz, la Filarmónica de Conil. Bonito detalle tuvo la cofradía al interpretar en Palillero, Señor de las Penas en homenaje a la hermandad que este año no ha podido salir a procesionar.
El punto sobrio como cada Lunes Santo vino nuevamente desde San Francisco. Desde allí y puntualmente a las 19h40 se abrieron las puertas del convento para que la Vera-Cruz comenzase su estación de penitencia. Sones de capilla abrían el cortejo con la Cruz de Guía más antigua de la Semana Santa.
Recostado sobre su paso, salió el Crucificado de la Vera-Cruz, con un aplauso que se intento apaliar. No es preceptivo aplaudir a un cortejo de negro. Una vez erguido, el paso comandado por Benito Jodar, comenzó a andar a “paso horquilla” siendo el primero de la Semana Santa que lo hace.
Como siempre es espectacular la salida del palio de la Virgen de la Soledad. Para el que no tenga la suerte de conocer esta salida, los cargadores se salen de la iglesia y empujan del mismo con unas cuerdas amarradas al paso y por igual tiran para sacar este portentoso palio. Los sones del Himno Nacional acompañaron la salida y comenzó la maniobra de levantar el paso para colocarles las patas y liberar las ruedas. Este año, se hizo de una sola vez y no en dos tiempos (primero la trasera y luego la delantero) ahorrándose mucho tiempo en la misma.

Cuando Joaquín Cortes ordenado levantar el paso, los sones destemplados de la banda de Chiclana, Enrique Montero, comenzaron hasta que sonó el plato, marcando el inicio de la marcha Soledad de Escobar con la que la Virgen se adentró en la calle San Francisco.El día de ayer fue algo impresionante. Una nueva jornada completa donde la ni mirar al cielo tuvimos con la salvedad de un poco de viento de levante pero que en absoluto deslució la jornada.
Tuvimos la suerte de ver la salida de la Palma. Un bullicio de gente en el barrio de la Viña que explotó en un aplauso cuando el portón de la parroquia de la Palma se abrió. Filas de penitentes antecedían al Crucificado de la Misericordia.
Con un paso dorado en su frontal y tras la difícil maniobra de salida, al izarse el Crucificado para erguirse sobre el paso, los sones de la Marcha Real interpretados por la BCT Santísimo Cristo de la Vera-Cruz de Utrera lo iban acompañando. Tras ellos, sones trianeros de Medea primero y Abrazado a Triana posteriormente introdujeron al misterio por la calle Virgen de las Penas camino de la plaza Pinto.
Tras él, largas filas de penitencia que abrirían las filas de penitentes que acompañaban a María Santísima de las Penas. Sones del Himno Nacional acompañan la complicada maniobra de salida así como una salva de aplausos y vítores hacía la Virgen, la Reina de la Viña. Su marcha, Virgen de las Penas, del maestro Abel Moreno, y otros sones clásicos de Pasan los Campanilleros acompañaron los primeros metros del palio en la calle comandados por el veterano Ramón Velázquez, llevado como siempre de una forma ejemplar.
Desde San Francisco salían ayer tanto el Nazareno Blanco como Vera-Cruz.  El susto se dio en la salida el Nazareno del Amor. La maniobra siempre complicada de salida de un paso tuvo en pequeño problema cuando se excedió en levantar el paso demasiado pronto, provocando que la cruz, en su parte superior, chocará contra el dintel de la puerta de San Francisco. Se temió por la estabilidad tanto de la cruz como de algún desperfecto en la imagen del Señor. Al llegar a Catedral, Luis González Rey se subió al paso y comprobó que solo se había movido la cruz de su anclaje. Él lo ajusto y todo siguió con normalidad.
Tras el Nazareno, su madre, la Virgen de la Esperanza. Con sones de Paz y Amparo transcurrió por la Plaza de San Agustín y en un paseo triunfal que acabó, como es tradicional en esta corporación, con el encuentro de los dos pasos en la plaza de San Francisco, convirtiéndola en una de las entradas más concurridas de la Semana Santa y que no deben perderse.
Desde el Carmen salió Jesús en su Prendimiento. Nuevamente se repitió la estampa del año pasado. Jesús Prendido en el antiguo paso de la Archicofradía de Columna debido a los desperfectos ocasionados por la lluvia en el dorado de la corporación del Lunes Santo en enero de 2013.
Sones de Sagrada Cena tras el misterio que avanzaba por la alameda camino de la plaza de Mina. Posteriormente ese siempre característico palio azul turquesa de la Virgen del Patrocinio. Con un andar muy elegante seguía los pasos de su hijo a los sones de Reina del Mar de Abel Moreno, interpretadas por, en nuestra opinión, una de las mejores bandas que acude a la Semana Santa de Cádiz, la Filarmónica de Conil. Bonito detalle tuvo la cofradía al interpretar en Palillero, Señor de las Penas en homenaje a la hermandad que este año no ha podido salir a procesionar.
El punto sobrio como cada Lunes Santo vino nuevamente desde San Francisco. Desde allí y puntualmente a las 19h40 se abrieron las puertas del convento para que la Vera-Cruz comenzase su estación de penitencia. Sones de capilla abrían el cortejo con la Cruz de Guía más antigua de la Semana Santa.
Recostado sobre su paso, salió el Crucificado de la Vera-Cruz, con un aplauso que se intento apaliar. No es preceptivo aplaudir a un cortejo de negro. Una vez erguido, el paso comandado por Benito Jodar, comenzó a andar a “paso horquilla” siendo el primero de la Semana Santa que lo hace.
Como siempre es espectacular la salida del palio de la Virgen de la Soledad. Para el que no tenga la suerte de conocer esta salida, los cargadores se salen de la iglesia y empujan del mismo con unas cuerdas amarradas al paso y por igual tiran para sacar este portentoso palio. Los sones del Himno Nacional acompañaron la salida y comenzó la maniobra de levantar el paso para colocarles las patas y liberar las ruedas. Este año, se hizo de una sola vez y no en dos tiempos (primero la trasera y luego la delantero) ahorrándose mucho tiempo en la misma.
Cuando Joaquín Cortes ordenado levantar el paso, los sones destemplados de la banda de Chiclana, Enrique Montero, comenzaron hasta que sonó el plato, marcando el inicio de la marcha Soledad de Escobar con la que la Virgen se adentró en la calle San Francisco. 

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