La jornada del Martes Santo fue igual que las
jornadas que la precedieron. Genial como el resto climatológicamente hablando
salvo las altísimas temperaturas que a las 16h45 se notaban en la plaza del
Santísimo Cristo de la Vera-Cruz desde donde partió la cofradía de Jesús Caído.
Casi cuadrando horas, cuando salió de San Francisco
Mª Stma. De los Desamparados, la Cruz de Guía de Columna salió de San Antonio
buscando la calle Ancha para iniciar su estación de penitencia. En breve
instantes, asomó el paso de misterio de Jesús Atado a la Columna y Azotes –
después de que lo hiciera en el Vía Crucis la pasada Cuaresma – a los sones de
la Marcha Real interpretada por la BCT Coronación de Campillos estrenándose en
la ciudad de Cádiz en Semana Santa. El paso se levantó para retirar las ruedas
y que alcanzara su altura habitual e inició su caminar a los sones de Lágrimas
de Cubiles, marcha dedicada a la cofradía interpretada por la Filarmónica de
Conil. Posteriormente, los sones de cornetas y tambores acompañaron al Señor de
San Antonio con sones de Cristo del Amor ó En el Cielo de tu Gloria para
adentrarse en San José.
Minutos más tarde, cuando aún retumbaban los
tambores del misterio asomaba el palio mientras que Javi Valle, director de la
Filarmónica de Conil, dirigía los compases del Himno Nacional. Nuevamente
Lágrimas fue la composición escogida para los primeros compases de la titular
del mismo nombre mientras Valle de Sevilla le sirvió para adentrarse en Ancha y
Bendita Amargura, marcha de Victor Ferrer dedicada a la Amargura jerezana, con
la que se adentró en San José.
Nuevamente el negro se hizo protagonista, esta vez
en Santa Cruz mientras que Sanidad se ponía en la calle. Una cofradía que cada
vez tiene más hermanos que acompañan a los titulares. Nuestro Padre Jesús del
Mayor Dolor acompañado por la Verónica bajo las órdenes de Gerardo Navarro
salía a la calle. En su recorrido es acompañado por Capilla Musical y el
tradicional paso de horquilla, pero al inicio la banda de música Gailín de Pto.
Serrano interpretó Mayor Dolor de María, del director de la misma, José Manuel
García Pulido.
El paso se perdía por Obispo José Mª Rancés mientras
la Virgen de la Salud enfilaba la puerta de salida de Santa Cruz a los sones de
Sanidad del mismo autor y con mucha finura salía a una abarrotada plaza de Fray
Félix donde empezaron a sonar las horquillas una vez salvada la rampa de salida
del templo. Un repertorio fúnebre acompañó a la titular bajo palio con composiciones
como Cirineos de Salud –dedicada a los cargadores-, Cristo en la Alcazaba por
el Pópulo, Macarena de Cebrián para entrar en la Plaza de la Catedral ó Oremos
para subir la rampa; Ione para salir por Arquitecto Acero, Amarguras en Palillero,
Nuestra Señora de la Cabeza para buscar Rosario desde Beato Diego, Virgen del
Valle para llegar nuevamente a San Martín o el colofón de Subida al Calvario de
David Hurtado para subir Fray Félix y Sanidad para retornar a Santa Cruz.
Mientras Sanidad buscaba la calle Pelota, por
Cristóbal Colón discurría Ecce-Homo. El misterio, con el frontal dorado, con
una mecía muy corta, hizo la maniobra que manda la derecha “adelante” y la
izquierda atrás para arrancar una vez cuadrado a la vez que la marcha que
interpretaba la BCT Caridad de Jerez “rompía”. El palio, muy elegante también,
Mª Stma. De las Angustias acompañada por San Juan Evangelista hizo lo propio a
los sones de una composición clásica como es Virgen del Valle, de Gómez
Zarzuela a los sones de la BM Virgen de la Estrella de Puerto Real. Destacó la
recuperación de la escuadra romana detrás del paso de misterio.
Por un problema con un hostelero de la Plaza Mina,
el Caído modificó su itinerario buscando la Plaza Mina por la calle Buenos
Aires pasando previamente por San Antonio. Un parón muy largo, no sabemos la
razón, hizo estar casi más de 20 minutos el cortejo parado en la calle Ancha,
hasta que Nuestro Padre Jesús Caído con un andar decidido de frente entró en la
plaza de San Antonio a los sones de la AM Virgen de la Oliva de Vejer de la
Frontera. María Santísima de los Desamparados iba por su parte acompañada por
la BM Maestro Enrique Montero de Chiclana la cual interpretó a la entrada de la
plaza de la Catedral, Virgen de las Aguas. Es de destacar que esta imagen en
apenas un mes saldrá de nuevo a la calle en procesión extraordinaria con motivo
del 50 Aniversario de la bendición de la imagen de la Virgen.
Otro de los misterios clásicos del Martes Santo es
sin lugar a dudas el misterio de Piedad. Por San Agustín paso de una forma muy
elegante, con esos símbolos de la pasión, como el pelícano, la carabela y las
rosas a los pies del crucificado a las órdenes de Manuel Ruiz Gené, capataz
general de la cofradía. Acompañaba la banda de León de cornetas y tambores,
Stmo. Cristo de la Victoria, con una marcha dedicada a Jesús Despojado, a quien
acompañan en la tarde del Domingo de Ramos, Por Amor, Despojado.
Por su parte el palio, siempre característico con
esos faroles de cola y ese palio de cajón liso acompañado por los magistrales
sones de la formación portuense del Maestro Dueñas bajo la dirección de Javier
Alonso. Paso por delante de San Agustín, como es habitual en algunas
hermandades como guiño a Humildad y Paciencia, a los sones de Amarguras de Font
de Anta. Cabe destacar el cuidado repertorio musical que llevó la formación
tocando incluso marchas que, creemos que en Cádiz no habían sonado, como
Amargura de Beigbeder ó más sones jerezanos como Cristo de la Expiración también de Beigbeder.
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